La salud mental en adolescentes
- Electivo Humanista
- 5 oct 2020
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El equilibrio que una persona es capaz de mantener en su entorno social, emocional y psicológico se llama salud mental. De ella depende la forma en que enfrentamos la vida, nuestros sentimientos y emociones, incluso, puede ser determinante a la hora de tomar decisiones y de relacionarnos con los demás.
La Constitución de la OMS dice: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.» Una importante consecuencia de esta definición es que considera la salud mental como algo más que la ausencia de trastornos o discapacidades mentales.
La salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. En este sentido positivo, la salud mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad.
La adolescencia (10 a 19 años) es una etapa única y formativa. Los múltiples cambios físicos, emocionales y sociales que se dan en este periodo, incluida la exposición a la pobreza, el abuso o la violencia, pueden hacer que los adolescentes sean vulnerables a problemas de salud mental. Promover el bienestar psicológico de los adolescentes y protegerlos de experiencias adversas y factores de riesgo que puedan afectar a su capacidad para desarrollar todo su potencial es esencial tanto para su bienestar durante la adolescencia como para su salud física y mental en la edad adulta.
La adolescencia es un periodo crucial para el desarrollo y el mantenimiento de hábitos sociales y emocionales importantes para el bienestar mental, tales como adoptar pautas de sueño saludables; hacer ejercicio con regularidad; desarrollar habilidades para mantener relaciones interpersonales, que hacer frente a situaciones difíciles y resolver problemas; y aprender a gestionar las emociones. También es importante contar con un entorno favorable en la familia, el colegio y la comunidad en general. En todo el mundo, se estima que entre el 10% y el 20% de los adolescentes experimentan trastornos mentales, pero estos no se diagnostican ni se tratan adecuadamente.
Los factores que determinan la salud mental del adolescente en cada momento son múltiples. Cuantos más sean los factores de riesgo a los que están expuestos los adolescentes, mayores serán los efectos que puedan tener para su salud mental. Algunos factores que pueden contribuir al estrés durante la adolescencia son el deseo de una mayor autonomía, la presión para amoldarse a los compañeros, la exploración de la identidad sexual y un mayor acceso y uso de la tecnología. La influencia de los medios de comunicación y la imposición de normas de género pueden exacerbar la discrepancia entre la realidad que vive el adolescente y sus percepciones o aspiraciones de cara al futuro. Otros determinantes importantes de la salud mental de los adolescentes son la calidad de su vida doméstica y las relaciones con sus compañeros. La violencia (en particular los malos tratos y la intimidación) y los problemas socioeconómicos constituyen riesgos reconocidos para la salud mental. Los niños y los adolescentes son especialmente vulnerables a la violencia sexual, que tiene claros efectos perjudiciales sobre la salud mental.
Algunos adolescentes corren mayor riesgo de padecer trastornos de salud mental a causa de sus condiciones de vida o de situaciones de estigmatización, discriminación, exclusión, o falta de acceso a servicios y apoyo de calidad. Entre ellos se encuentran los adolescentes que viven en lugares donde hay inestabilidad o se presta ayuda humanitaria; los que padecen enfermedades crónicas, trastornos del espectro autista, discapacidad intelectual u otras afecciones neurológicas; las embarazadas y los padres adolescentes o en matrimonios precoces y/o forzados; los huérfanos y los que forman parte de minorías de perfil étnico o sexual, o de otros grupos discriminados.
Por otra parte, los adolescentes con problemas de salud mental son particularmente vulnerables a la exclusión social, la discriminación, la estigmatización (que afecta a la disposición para buscar ayuda), las dificultades educativas, los comportamientos de riesgo, la mala salud física y las violaciones de los derechos humanos.
Pero en ocasiones hay factores que la alteran, los cuales en ocasiones pueden ser severos y requerir atención especializada. Por ejemplo, la depresión está considerada el padecimiento mental más frecuente. Asimismo, la ansiedad, ocupa el segundo lugar en términos de enfermedades mentales más frecuentes.
Estos son los más comunes en adolescentes, en mi opinión muchos casos los adolescentes tienen actitudes incomprensibles y posiblemente no tienen las confianza suficiente con sus padres para contar lo que les pasa o sienten miedo o vergüenza a ser juzgados por decir lo que sienten y que les digan que corten el “show” o algo así ya que los padres tienden a generalizar o normalizar algunas actitudes, estas actitudes pueden ser agresivas o puede que no respondan de buena manera en cualquier ámbito, esto en la gran mayoría de los casos es justificado por los adultos como “es parte de la edad o la etapa lo tiene así o esas son actitudes de un típico adolescente”, pero se encuentran equivocados porque estas cosas deben ser tratadas por un especialista, como se mencionó anteriormente, deben buscar ayuda ya que esto puede ser grave, el adolescente debe hablar de lo que le sucede y si bien lo de ir al psicólogo esta visto como “al psicólogo van los locos”, pero no es así ir al psicólogo es ir a un lugar de desahogo donde podrás hablar y expresarte sin ser juzgado, donde podrás buscar ayuda o un solución a lo que sea que te esté pasando, pero ojo todo es voluntad propia, porque puede que todo el mundo te quiera ayudar pero si tu no quieres ayuda o no quieres sanar será muy complicado, muchas veces la mejor forma de “sanar” es hablando con alguien, la sociedad debe dejar de ser tan prejuiciosa ya que muchas veces hablan, juzgan y critican a otros sin saber lo que pasa por sus vidas, sin saber el dolor que llevan dentro, al igual que mucha gente no busca ayuda, por lo mismo por el miedo al que dirá el resto y es así como se hunden en su pena, en su dolor y eso es lo que lleva a dañar gravemente la salud mental.
Elena Mondaca.
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