Historia Social una nueva forma de ver a la historia en las salas de clases

La educación chilena en relación a la asignatura de Historia no ha sufrido más que uno que otro cambio en cuanto a la visión de su contenido, pero pese a esto la forma de enseñarla es siempre la misma, incluso desde que la historia se divorcia de la geografía y se relaciona con las ciencias sociales, esta no ha dejado de ser trasmitida bajo los mismo métodos, es por esto que surgen desafíos de la historia en las salas de clases de Chile, ya que no es posible siendo la historia una disciplina tan amplia se resuma en relatos de hechos repetidos una y otra vez en una sala de clases sin cambio algunos. Es por esto que podemos plantearnos que es necesario cambiar la forma de entender la historia en la educación chilena y dirigirla a una mirada más social, vale decir, tomar a la historia social como núcleo para la formación del estudiantado.

Para el desarrollo de estas ideas es necesario entender que la historia social puede ser entendida como el fruto de una amplia evolución, en donde se comienza a considerar los hechos históricos como hechos sociales en los sectores subordinados de la sociedad toman un protagonismo, y la élite deja de ser el centro del hecho histórico (Toso, 2011).

Bajo estos conceptos buscaremos establecer que la historia social es un método bastante interactivo el cual puede ayudar al docente a mejorar las relaciones entre la historia y sus alumnos, a través de la integración de historias de personajes populares históricos los cuales pueden causar una mayor empatía y por ende, un mayor interés a la asignatura.

Acerca del desafío que implica el cambio en la forma de entender la historia en las salas de clases, es importante entender que la historia social cobra relevancia gracias a la Lucien Febvre y Marc Bloch tras fundar la escuela de los anales, lo que lleva a la idea de derribar las murallas que dividían la historia y el resto de ciencias sociales, así asegura Toso al afirmar que:

“Así surgió la “Nueva historia” o “Historia económica y social”, cuyo énfasis inicial en la economía la llevó hasta preconizar una suerte de historia con la política excluida; y luego, en una corrección de ese unilateral impulso inicial, postuló un proyecto de historia total, una historia que incluya todos los ámbitos del devenir del hombre y de la sociedad, y por ende, también su dimensión política.”(2011, p.3).

Por lo que podemos entender que la implementación de la historia social sí representa una nueva forma de entender la historia, teniendo en cuenta la perspectiva de los sujetos sociales, puede ser utilizada por el docente como medio para generar una interacción más dinámica del alumnado, quienes al entender la historia no como un hecho fijo, si como la composición de diversos puntos de vista que revelan un hecho, lograra generar un mayor interés en esta, ya que mientras algunos les llame la atención la parte política, otro se pueden sentir atraídos por la parte cultural, social y económica. Bajo esta nueva forma de entender la historia, aparece una herramienta pedagógica la cual cumple la función de integrar al alumnado, a los personajes más cercanos a ellos, por ejemplo, de la figura imponente del héroe que es capaz de derrotar ejércitos y acerca a la visión del campesino que por intentar ascender en la escala social se une a la contienda del héroe, generando de esta manera el poder crear una perspectiva más amplia en el alumnado como también una integración de los personajes populares que son desconocidos o simplemente ignorados por el sistema actual de educación, a esto se suma que las figuras rescatadas pertenecen en la mayoría de los casos a mujeres destacables de la historia, como hace mención, Mellafe (1986), del que se desprende la idea de una breve incursión introspectiva, en la cual se destaca la figura de los sujetos sociales, quienes son los encargados del crecimiento latinoamericano, pese a todo el peso que llevan, podemos destacar el rol del campesino y la mujer, el primero como el hombre destinado a la agricultura y ganadería, mientras que la segunda se nos presenta como la mujer sin voz, que a pesar de esto lucha y logra ayudar a su marido y se nos presentan como los encargados de mantener el creciente pueblo chileno, como del latinoamericano. Son figuras como estas a las cuales la historia social, les da nombre y apellido para llegar a la historia verdadera.

En cuanto a la educación esta puede ser un aporte para crear un proyecto educativo nacional, el cual según, Salazar (2011) define como inexistente y que en la educación solo se logra una educación la cual enseña a competir en el mercado, por lo que es necesario generar un proyecto educativo nacional, para generar condiciones de desarrollo específico del este país, con el fin de detener los problemas arrastrados por siglos, como lo es la desigualdad o la carencia de una sociedad integrada. Esta manera de entender la historia podría generar avances para lograr este proyecto educativo nacional, al educar futuros ciudadanos con una visión de la historia más completa y de las cual se sienten más unidos a ella, y de esta manera siendo capaces de comprender su pasado con las variables económicas, políticas, sociales y culturales, con el fin de ser capaces de enfrentar el futuro, y crear un elemento crucial para la historia social como lo es la memoria colectiva, la cual ayudaría a enfocar la educación el pro de un Chile mejor con metas y desarrollo.

A manera de síntesis, resaltar la importancia que tiene la historia social, esta forma de comprender la historia presenta una visión la cual nos muestra el mismo hecho de distintas veredas, de las cuales podemos generar una perspectiva más amplia, no centrándose en la historia de los ganadores, sino que también incorporar la historia de los vencidos, elementos que a la hora de plantearse en la sala de clase pueden aparecerse como una herramienta la cual logre generar tanto una vista más amplia de la historia, como una lección más dinámica, en la cual pueden resurgir personajes olvidados por el pasar de los años, lo que nos puede llevar a rescatar el rol de la mujer en la historia, ya que esta mirada social nos permite acercarnos a estos y poder comprender su aporte a la historia de Chile. Además, que este puede ser el primer paso para generar un proyecto educativo nacional, el cual a través de esta nueva forma de entender la historia genere la conciencia para entender qué es lo que realmente se necesita y crear las medidas para cumplirlo. Por lo que efectivamente es necesario cambiar la forma de comprender la historia en las salas de clases, tomando como núcleo a la historia social, la que ha demostrado ser una forma muy completa de comprender esta disciplina por lo que es más que valida el uso de esta en la sala de clases, tanto como herramienta, como forma de entender la historia, lo que nos lleva a pensar que esta puede ser implementada en un futuro cercano, en el cual de ser implementada de manera correcta puede generar grandes cambios en cuanto a educación como investigación en nuestro país.

Valentina Jorquera.