¿El femicidio como espectáculo?

Una sola hora basta para que una noticia se expanda, para que se hable de cómo se maltrató en vida a una mujer hasta llegar a su muerte, a veces menos, para que quedes atrapado escuchando o leyendo aberraciones que perpetuó el hombre que la asesinó, en esos instantes los pensamientos vienen de forma imparable, opiniones, molestias, rechazo, mas siempre con un mismo final ¿Qué tanta crueldad puede llevar un ser humano para armar una escena como esa?.

Un noticiero, redes sociales, páginas web relatando detalle a detalle cómo se lleva a cabo el femicidio, palabra por palabra que en su interior llevan morbosidad que cautiva a la gente, que las hace partícipe de un sinfín de comentarios de una vida que no es la de sí mismos. Medios de comunicación que a pesar de hablar de la injusticia cometida, no buscan hacerlo con respeto, solo adquirir mayor rating, un beneficio propio, y a pesar de que nosotros solo cumplimos como espectadores fácilmente podemos pasar a ser emisores, compartiendo, divulgando, todo detalle que estremece a la persona que lo lee, usando de justificación un impacto que genere justicia social cuando realmente ni siquiera se analiza el trasfondo de esta acción. Mi juicio es simple, a cada uno de nosotros nos corresponde la responsabilidad de comunicar respetando la dignidad de la persona afectada, no solo de la misma, tener presente que habían personas que las amaban y al día de hoy aún lloran su muerte.

En primer lugar me gustaría mencionar y hacer referencia a un caso que quedará permanentemente marcado en el lugar en que fue cometido, Alto Hospicio. Rondaban los años 1998, 1999, 2000 y 2001, cosas extrañas venían sucediendo, jóvenes de entre 14 a 23 años de escasos recursos ya no llegaban a su lugar de residencia, ya no concurrían sus lugares habituales, ya no daban señales de estar aún en esta vida. Por lo tanto, la prensa, como en todo momento de tensión, abrió sus oídos a toda información que pudiera existir para finalmente hacer un trabajo que ni siquiera cumple con su principal función, informar, además de quebrantar uno de sus principales normas, verificar la veracidad de los hechos antes de difundirlos. En la televisión, las noticias se convirtieron en un reality (tal como el que uno ve los veranos a la hora de la once), donde los oyentes captaban y grababan todo, como se decía que aquellas adolescentes desaparecidas y violentadas en realidad solo se habían escapado de sus casas para salir de la pobreza, otros maliciosos medios sugerían que el caso estaba sujeto a la prostitución. En consecuencia se desvió la atención del culpable porque la gente aprendió que era mucho mejor opinar y especular con las acciones que realizaban las victimas cuando estaban en vida que el mismo final que tuvieron. Pasando a llevar a las ya mencionadas y a sus familias, que aun con el dolor presente tuvieron que soportar como el fallecimiento de sus hijas era visto como un medio de entretención y farándula.

Por otro lado cabe destacar que somos seres humanos, desde el momento en que somos infantes es común tener un instinto de “imitar”, siendo consciente o inconscientemente, es parte de nosotros y aunque a veces se hace esta acción de forma inocente, la mente de cada persona es diferente y aquí llegan dos palabras que no son realmente conocidas por muchos pero que está fuertemente vinculada a nuestro punto, el “efecto copycat”, ¿Qué es? “utilizada para designar el fenómeno social que se produce cuando uno o muchos imitadores imitan la manera de actuar de un modelo del que han tenido conocimiento, en muchos casos, a partir de algún acto, usualmente morboso, dramático o de gran repercusión, que aparece en los medios de comunicación, y que por tanto es favorecido por la publicidad mediática”. Cada uno de los receptores tenemos uso de razón y sabemos que los medios tienen capacidad de influir en la gente, lo vivimos numerosas veces cuando se hacían llamados a no creer cada vez que se manipulaba información, si sabemos esto ¿por qué no le tomamos el peso? Cuando se narra un feminicidio el interlocutor piensa que entre más explícito sea más difusión tendrá, siendo un grave error que como resultado podría motivar a que determinado asesinato de inspiración a otro, un crimen con un efecto dominó solo por una simple imitación. Racionalizar es clave, la palabra “responsabilidad” es una regla sin derecho a quebrantarse en este tema.

Para finalizar, el feminicidio toma un tema importante en la actualidad, son delitos que toman la vida de una mujer en consecuencia de un sistema patriarcal que se cree tener el derecho de arrebatarla y siendo así, mundialmente cada vez son más constantes. Las mujeres convivimos cotidianamente con acciones que nos quitan la tranquilidad, siempre teniendo presente que quizás podemos ser la adolescente encontrada en un rio que se habla en la televisión, ¿Por qué después de todo esto se tiene que soportar además que nos vean como un show? Cada tema lleva su manera de expresarse, en todo ámbito. Me gustaría terminar con una cita “Los femicidios se repiten porque se muestran como un espectáculo” de Rita Segato.

Martina Araya.