Educación en tiempos de pandemia: ¿un derecho o una oportunidad?

El coronavirus, trajo consigo una serie de cambios en nuestras vidas, ya sea en el ámbito de la salud, economía, política, personal y educación siendo este último el tema en el cual nos centraremos en este ensayo.

Para comenzar, nos vemos enfrentados en una gran incertidumbre al tener que conocer un nuevo sistema de aprendizaje, en donde el colegio y el hogar se vuelven el mismo lugar, haciendo que en algunos casos, los padres sean los educadores. Esto mismo trae consigo problemáticas a los diferentes tipos de familias con respecto a: la alimentación, el espacio para poder realizar la clase, los dispositivos inteligentes, los trabajos de los progenitores. Millones de estudiantes se han visto afectados con este cambio, ya que se tuvo que modificar las maneras de enseñar y aprovechar los recursos informáticos para recibir conocimientos, vale decir, que debemos descubrir cómo desenvolvernos aún más en el mundo de la tecnología para poder seguir llevando el ritmo de vida que propone nuestro gobierno, provocando así varias problemáticas debido a las desigualdades existententes en nuestro país en donde no todos tienen las mismas oportunidades para enfrentar la vida virtual.

Como sabemos en Chile, la educación es un derecho, pero lamentablemente en a la situación mundial en la cual nos encontramos (pandemia), no se tiene claro si la educación en la plataforma virtual, sigue siendo un derecho el cual todos los alumnos debemos recibir, o una oportunidad que solo puede alcanzar el estudiante que tiene los recursos o accesos a este tipo de educación. Esto hace que la brecha digital continúe expandiéndose a medida que los estudiantes de sectores vulnerables siguen quedándose atrás en su aprendizaje.

Por lo general una vez que nos enfrentamos a la educación virtual con lo primero que nos encontramos, son con las tan conocidas “pantallas negras”, siendo este uno de los tantos problemas que se conocen en este nuevo método de educación, reflejando así la poca experiencia de enfrentarnos a una pantalla y sentirnos observados, esto nos hace mostrar una parte de nuestra personalidad la cual no siempre se conoce. Otro gran factor que va de la mano con lo antes mencionado, es el poco interés de algunos estudiantes por este nuevo método, esto lo vemos reflejado en el momento cuando el alumno entra a la clase pero nadie tiene la certeza de que esté ahí escuchando y poniendo el mínimo de atención.

Por lo antes mencionado, a lo que se refiere a las desigualdades al momento de enfrentarnos a la nueva plataforma nos damos cuenta que no todos tienen el mismo acceso a la vida virtual, ya sea por no tener las condiciones adecuadas en tecnología o conectividad necesaria para el aprendizaje online, esto incluye tanto a profesores como alumnos. También podemos observar el nivel de analfabetismo tecnológico que existe en las personas, independiente de que vivimos en una generación en donde la tecnología cumple un rol fundamental en la sociedad.

En lo que concierne a las relaciones personales, se han visto afectadas ya que hemos perdido la comunicación ya sea corporal o verbal y la capacidad de socializar con nuestros pares, llevándonos así, a estados anímicos angustiosos en donde desarrollamos emociones desfavorables para nuestra edad, en casos más extremos a la depresión.

Concluyendo, creo que uno de los objetivos del gobierno, era que los alumnos siguieran recibiendo sus contenidos y aprendieran de ellos, pero en mi opinión no creo que se haya cumplido totalmente dicho objetivo, ya que nos vimos enfrentados a muchas situaciones adversas, como lo son las desigualdades, el analfabetismo tecnológico, la incertidumbre, la falta de interés, el distanciamiento social y la poca confianza con uno mismo al momento de mostrarse en una plataforma que se encuentra fuera de nuestra zona de confort, esto no solo afecta al alumnado sino que también a los educadores, quienes han tenido que utilizar distintas herramientas pedagógicas y tener flexibilidad curricular para intentar que los jóvenes y niños reciban de la mejor forma lo contenidos entregados. Estas dificultades no solo se dan en la educación básica y media también en la superior ya que las universidades han tenido que cerrar sus puertas debido a la crisis sanitaria, consecuentemente a esto mucho alumnos han dejado sus carreras por la falta de recursos y opciones.

El mayor cambio que requiere este tipo de educación, es la flexibilidad y el reconocimiento de que la estructura de un colegio no puede ser la misma que una estructura en línea.

Isabel Cáceres.